El sentido común nos indicaría que consumir alcohol cuando estamos tomando antibióticos no es conveniente: sin embargo, no están del todo claras las razones por las que esta mezcla sea mala para la salud.
Los médicos desaconsejan mezclar estos dos elementos, sobre todo cuando el consumo de alcohol no es moderado (1 copa de vino o una cerveza). Además, existen algunos grupos de antibióticos que no permiten que se tome ni una sola gota de alcohol ya que puede traer reacciones graves para la salud como son: vómito, arritmia, somnolencia y alucinaciones.
La OMS dice que el consumo de alcohol está asociado a muchas enfermedades e incluso un consumo moderado puede aumentar el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer. Por tal razón, la comunidad médica recomienda consumir la menor cantidad posible de alcohol para conservar una buena salud.
Las razones médicas por las que se desaconseja mezclar el consumo de alcohol y antibióticos son:
• Las dos sustancias se metabolizan en el hígado, por lo que este órgano debe trabajar el doble y demora en absorber el medicamento, por lo que puede llevar a la disminución o pérdida de eficacia del fármaco.
• Se sobrecarga el hígado y puede conllevar a un daño hepático.
• Los antibióticos tienen como función combatir infecciones, por tal razón, cuando los tomamos es porque estamos enfermos y se debilita el sistema inmune.
Recomendación: aunque el consumo esporádico de una copa de vino o de una cerveza no interfiere con el tratamiento con antibióticos, lo más aconsejable es abstenerse de beber alcohol durante el tratamiento.
