A pesar de la solicitud del alto al fuego, Rusia bombardeó cerca de los corredores humanitarios destinados a que los civiles escapen de una ciudad asediada, según Ucrania, mientras que el líder ruso también advirtió sobre una zona de exclusión aérea.

El presidente Vladimir V. Putin advirtió que las sanciones económicas impuestas por Occidente eran “similares a una declaración de guerra”, mientras los militares rusos bombardeaban objetivos civiles y continuaban bombardeando cerca de las primeras rutas protegidas destinadas a permitir la huida de los ucranianos asediados, violando aparentemente un alto el fuego que se había acordado.

Mientras los combates se extendían por toda Ucrania, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, se convirtió en el primer dirigente internacional que se reunía con Putin en Moscú desde el inicio de los combates. No hubo detalles de su conversación, pero una portavoz de Bennett dijo que también había hablado con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, después de su reunión con Putin.

Putin, en sus primeras declaraciones desde el inicio de la guerra, amenazó con absorber totalmente a Ucrania, la antigua república soviética de casi 44 millones de personas que declaró su independencia hace 30 años.