El gobierno ruso bloqueó el acceso a Facebook y Twitter en el país, y no porque esté preocupado por la adicción al tiempo de pantalla. La prohibición forma parte de un intento más amplio del gobierno de controlar la narrativa de la guerra tomando medidas drásticas contra lo que considera noticias falsas.
El Parlamento ruso también aprobó una ley para criminalizar lo que considera información falsa sobre su ejército. Cualquier persona, incluidos los ciudadanos no rusos, puede enfrentarse a hasta 15 años de prisión por infringir la ley.
Los medios de comunicación occidentales reaccionaron inmediatamente ante lo que, según el redactor jefe de Bloomberg, “hace imposible continuar con cualquier apariencia de periodismo normal dentro del país”.
Citando la nueva ley, BBC News y Bloomberg dijeron que suspenden el trabajo de sus periodistas en Rusia.
La CNN también anunció que dejará de emitir en Rusia.
Los ciudadanos rusos todavía pueden acceder a la mayoría de los sitios a través de Telegram o mediante VPN personales, pero muchas organizaciones de noticias independientes ya han retirado el contenido sobre Ucrania o simplemente han cerrado debido a las políticas de censura más estrictas del Kremlin.