La Reserva Federal ha publicado un documento en el que se exponen los pros y los contras de una moneda digital, con la intención de iniciar el debate sobre su lanzamiento.
Las opciones incluyen una moneda digital del banco central (CBDC), que se almacenaría en una aplicación en los teléfonos inteligentes.
Aparte de que el “dólar digital” suena bien, una moneda digital sirve para varias cosas:
Elimina a los intermediarios: Las instituciones financieras registraron 110,000 millones de dólares en comisiones por transacciones en 2020.
Ayuda a los no bancarizados: Más del 5% de los hogares no están bancarizados y no tienen forma de utilizar los pagos digitales.
Simplifica las prestaciones del gobierno: Una moneda digital facilitaría al gobierno la distribución de beneficios (por ejemplo, los cheques de ayuda para la pandemia).
Pero toda moneda tiene dos caras, Incluso las digitales. Entre las mayores preocupaciones están:
La privacidad: El gobierno tendría visibilidad a una gran cantidad de datos de transacciones personales.
La ciberseguridad: Se tendría que revisar gran parte de la infraestructura para proteger de los hackeos.
¿Qué tan cerca está esto de convertirse en una realidad? No mucho. Todavía está en fase de “estudio de mercado”, y los expertos estiman que tardará entre 5 y 10 años en lanzarse.