El jueves, el Departamento de Trabajo publicará su informe sobre la inflación, que los economistas esperan que muestre que los precios para los consumidores estadounidenses se dispararon un 7.9% en febrero en comparación con hace un año, según los datos facilitados por FactSet a Associated Press. Esta sería la mayor subida en cuatro décadas.

Los precios al consumo subieron un 7.5% en enero con respecto al año anterior. La escasez de suministros y trabajadores, las fuertes dosis de ayuda federal, los tipos de interés ultrabajos y el robusto gasto de los consumidores se combinaron para que la inflación se acelerara en el último año.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo en las audiencias del Congreso la semana pasada que aún no estaba claro el impacto que tendría la invasión rusa de Ucrania en la economía estadounidense.

Ya ha hecho subir los precios de la gasolina por encima de los 4.25 dólares el galón, de media, en todo el país, según la AAA. Pero dijo que la Fed había planeado antes de la guerra iniciar una serie de subidas de tipos la próxima semana, y que por ahora seguiría “cuidadosamente” ese plan.