La relación entre Meta y Rusia ha sido un tema candente desde las elecciones de 2016 -cuando agentes rusos influyeron en 126 millones de usuarios en Facebook compartiendo publicaciones incendiarias.
La invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin, y los posteriores movimientos de Meta han complicado aún más las cosas, cuando la semana pasada Meta anunció que permitiría temporalmente el lenguaje en Facebook e Instagram que normalmente se consideraría discurso de odio, según Reuters.
Nick Clegg, presidente de asuntos globales de Meta, dijo que el cambio se hizo para permitirles expresar su resistencia a las fuerzas militares invasoras.
La respuesta de Rusia fue rápida y hostil. Según CNN, una agencia de investigación rusa presentó una causa penal contra Meta, acusando a la empresa de hacer llamamientos a la violencia contra los ciudadanos rusos, y pasó a etiquetar a Meta como organización extremista.
Las autoridades rusas, que prohibieron Facebook en el país el 4 de marzo, anunciaron que empezarían a restringir también el acceso a Instagram y al parecer, Putin también está sopesando prohibir WhatsApp, la plataforma de mensajería de Meta, que utilizan más del 80% de los rusos para comunicarse.
Por parte de Meta, las prohibiciones podrían suponer un golpe en los ingresos de unos 2,000 millones de dólares, ya que Rusia representa un 1.5% de las ventas publicitarias de la empresa.
Y lo que es más importante, la prohibición de las plataformas de Meta ha reducido la capacidad de los rusos de obtener información: unos 70 millones de rusos utilizan Facebook y unos 63 millones Instagram.