Putin ha aprobado una nueva ley para mantener los aviones de propiedad extranjera en Rusia, bloqueando las sanciones que dicen que los aviones deben ser repatriados.
Alrededor del 75% de los aviones utilizados por las compañías aéreas rusas son alquilados, por lo que las sanciones occidentales que exigen su devolución son un duro golpe para el país, según un experto en aviación.
La maniobra para eludir las normas se produce dos semanas antes de la fecha límite del 28 de marzo, cuando los aviones, valorados en unos 10,000 millones de dólares (9,100 millones de euros) en total, deben ser recuperados.
La nueva ley permitirá registrar los aviones extranjeros en Rusia, con el fin de “garantizar el funcionamiento ininterrumpido de las actividades en el ámbito de la aviación civil nacional”.