Los esfuerzos de limpieza en Fukushima y Miyagi continúan el viernes después de que un potente terremoto de magnitud 7.4 sacudiera las costas del norte de Japón, matando a cuatro personas, hiriendo a otras 107 y dejando sin electricidad.
La región forma parte de una zona devastada por un mortífero terremoto de magnitud 9 y un tsunami hace 11 años que provocó la fusión de los reactores nucleares, arrojando una radiación masiva que todavía hace que algunas partes sean inhabitables.
A primera hora del jueves, la Agencia Meteorológica de Japón levantó su aviso de bajo riesgo de tsunami en las costas de las prefecturas de Fukushima y Miyagi.
Olas de tsunami de hasta 11 pulgadas llegaron a la costa de Ishinomaki, a unos 150 millas al noreste de Tokio.