En la antigua Grecia y Roma, los médicos utilizaban telas de araña para hacer vendajes para sus pacientes.
Las telas de araña tienen supuestamente propiedades antisépticas y antifúngicas naturales, que pueden ayudar a mantener limpias las heridas y prevenir infecciones.
También se dice que las telas de araña son ricas en vitamina K, que ayuda a la coagulación.
Así que, la próxima vez que se te acaben las tiritas, dirígete a tu ático y coge un poco de “telarañilina”.