Casi un millón de personas en Estados Unidos han muerto de Covid-19 en los últimos dos años, pero el impacto total de los daños colaterales de la pandemia aún se está contabilizando. Ahora, un nuevo estudio informa de que el número de estadounidenses que murieron por causas relacionadas con el alcohol aumentó precipitadamente durante el primer año de la pandemia, ya que las rutinas se vieron alteradas, las redes de apoyo se deshicieron y el tratamiento se retrasó.
El sorprendente informe se produce en medio de una creciente toma de conciencia de que el costo de Covid se extiende más allá del número de vidas cobradas directamente por la enfermedad, hasta el exceso de muertes causadas por enfermedades no tratadas y un aumento de las sobredosis de drogas, así como a los costes sociales como los reveses educativos y la pérdida de padres y cuidadores.
Numerosos informes han sugerido que los estadounidenses bebieron más para hacer frente al estrés de la pandemia. Las borracheras aumentaron, al igual que las visitas a los servicios de urgencias por abstinencia de alcohol. Sin embargo, el nuevo informe reveló que el número de muertes relacionadas con el alcohol, incluidas las derivadas de enfermedades hepáticas y accidentes, se disparó, aumentando a 99,017 en 2020, frente a las 78,927 del año anterior, lo que supone un incremento del 25% en el número de muertes en un año.