El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que el país “reducirá drásticamente la actividad militar” en las ciudades ucranianas de Kiev y Chernihiv tras una ronda de conversaciones de paz celebrada ayer en Estambul. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses se muestran escépticos ante estas afirmaciones, y la situación sobre el terreno muestra una ofensiva rusa en toda regla.
Los funcionarios ucranianos afirman que no se redujeron las hostilidades durante la noche, y que ninguna zona del país dejó de emitir sirenas mientras persiste el asedio.
Nuevas imágenes y vídeos de ciudades como Irpin y Mariupol muestran el alcance de la destrucción, con manzanas enteras arrasadas.
Los líderes estadounidenses se enfrentan a la presión de formar un frente unido contra Rusia y sus aliados vecinos, pero un proyecto de ley bien apoyado para suspender las relaciones comerciales normales con Rusia y Bielorrusia está languideciendo en el Senado debido a las prioridades divididas y a un receso inminente.