Hasta hace unos años, la función del padre dentro de la familia era solamente ser el proveedor económico y la madre se encargaba de los quehaceres domésticos y la crianza de los hijos. Sin embargo, con el ingreso de las mujeres a la vida laboral, los roles y responsabilidades en el hogar han cambiado, por lo que los padres se involucran en la crianza de sus hijos.
La relación padre – hija es muy importante porque de allí nace el modelo de pareja que ella escogerá en un futuro.
Los psicólogos han encontrado que la conexión padre – hija, que se va creando desde que ella es bebé, es determinante en sus relaciones sociales y amorosas. Ejemplo: si un padre es poco cariñoso o muy autoritario, creará una mujer insegura y con inclinación por las relaciones tóxicas.
Si eres padre, especialmente de una niña, debes esmerarte y tratar a tu pareja como te gustaría que quisieran a tu hija. Para lograrlo, te damos los siguientes consejos:
• Cuando un padre ama a su esposa, la niña tendrá herramientas que las fortalecen y empoderan. Así, esa niña cuando crezca, no se dejará someter por los demás y se relacionará con personas que la traten igual que en casa.
• Las personas aprendemos con el ejemplo. Si quieres que tu hija sepa como es ser tratada con amor y respeto, debes mostrárselo a través del trato con las otras mujeres, especialmente con tu pareja.
• Las niñas deben aprender a no reprimir sus emociones. Enséñales que no se deben conformar con migajas ni pueden permitirse sentirse infelices o incómodas en sus relaciones de ninguna clase.
• A través del amor que le brindas a la madre, tu hija fortalece su autoestima y obtendrá las armas para defender y exigir lo que se merece.
• El amor se demuestra también con abrazos, besos y comentarios bonitos y alentadores. Ella debe tener la certeza que, ante las adversidades, tiene la fuerza para enfrentarlas y salir adelante sin necesidad de nadie.
