Los servicios que ponen nombre a un rostro, como Clearview AI, se están utilizando para identificar a los soldados rusos, vivos o muertos, y para verificar que los viajeros en Ucrania son quienes dicen ser.
En las semanas que siguieron a la invasión rusa de Ucrania y a las imágenes de la devastación causada en ese país que inundaron las noticias, Hoan Ton-That, director ejecutivo de la empresa de reconocimiento facial Clearview AI, empezó a pensar en cómo podía participar.
Creía que la tecnología de su empresa podía ofrecer claridad en situaciones complejas de la guerra.
A principios de marzo, se puso en contacto con personas que podrían ayudarle a contactar con el gobierno ucraniano. Uno de los miembros del consejo asesor de Clearview, Lee Wolosky, un abogado que ha trabajado para la administración Biden, se reunía con funcionarios ucranianos y se ofreció a entregar un mensaje.
El Sr. Ton-That redactó una carta en la que explicaba que su aplicación “puede identificar instantáneamente a alguien sólo con una foto” y que la policía y las agencias federales de Estados Unidos la utilizaban para resolver delitos. Esta característica ha llevado a Clearview a un escrutinio sobre las preocupaciones acerca de la privacidad y las preguntas sobre el racismo y otros sesgos dentro de los sistemas de inteligencia artificial.