El modelo de suscripción de Netflix que la diferenció de Blockbuster -quien en paz descanse- y el salto de la compañía al streaming, la diferenció entre las empresas de medios.
Ahora, en medio de la desaceleración del crecimiento y la competencia despiadada, los analistas creen que Netflix puede necesitar diferenciarse nuevamente, y que un mundo con anuncios en Netflix podría tener sentido.
A pesar de ello, Netflix tiene un negocio fuerte. “Hace dos años teníamos unos ingresos de 20,000 millones de dólares y ahora tenemos unos ingresos de 30,000 millones de dólares”, dijo el director financiero de la empresa, Spencer Neumann.
Es cierto que hay otras formas en las que Netflix puede aumentar sus ingresos, como por ejemplo:
Subiendo los precios, promoviendo los juegos y mediante el control de contraseñas, que la empresa está probando y que podría reportar 1,600 millones de dólares anuales.
Pero estas opciones tienen inconvenientes. El aumento de los precios puede provocar la pérdida de clientes, no está claro si Netflix y los juegos encajan, y el control de las contraseñas molestará a la mitad de los clientes.
Un Netflix con publicidad ofrecería a los suscriptores sensibles al precio una alternativa de bajo coste y, si se hace bien, la experiencia del usuario no se vería muy afectada.
Contratar y construir para una red de anuncios sería un gran cambio, pero Netflix no es ajeno a los cambios. Recuerde que hace un tiempo la empresa enviaba DVDs por correo.