Cuando un faro está dañado, un policía te para el coche y se acerca a la ventanilla para hablar. Pero, ¿Qué ocurre cuando no hay nadie conduciendo el vehículo?

Un vídeo publicado este fin de semana nos da algunas respuestas. El 1 de abril, un Chevy Bolt operado por la empresa de conducción autónoma Cruise fue detenido en San Francisco (no está claro qué infracción cometió el robot). Después de que el policía se asomara al interior del coche y viera que no había nadie dentro, el coche huyó del lugar y volvió a aparcar en la siguiente manzana para esperar su destino.

En respuesta al vídeo, Cruise dijo que el coche siguió el plan de juego: “Nuestro EV cedió el paso al vehículo de la policía y luego se detuvo en el lugar seguro más cercano, como estaba previsto”. Y lo que es mejor, el conductor del robot se escapó sin ser citado.

Escenarios como éste van a ser mucho más comunes para los habitantes de San Francisco (SF). Cruise abrió un servicio de robo-taxi autónomo a pequeña escala en la ciudad el 1 de febrero, y Waymo, de Alphabet, empezó a ofrecer a los residentes de SF viajes nocturnos hace unas semanas.