Las autoridades fronterizas de Estados Unidos detuvieron a 210,000 migrantes que intentaban cruzar la frontera con México en marzo, lo que supone el mayor total mensual en dos décadas y subraya los retos que el presidente estadounidense, Joe Biden, tendrá que afrontar en los próximos meses.
El total de marzo supone un aumento del 24% con respecto al mismo mes del año anterior, cuando se detuvo a 169,000 migrantes en la frontera, lo que supuso el inicio de un aumento de la migración que dejó a miles de niños no acompañados atrapados en los abarrotados puestos de la patrulla fronteriza durante días mientras esperaban ser alojados en albergues gestionados por el gobierno, los cuales están desbordados.
Los funcionarios de Biden han advertido que la migración podría aumentar aún más después de que las autoridades sanitarias de Estados Unidos dijeran que pondrán fin a una orden fronteriza de la época de la pandemia el 23 de mayo. La orden, conocida como Título 42, permite que los solicitantes de asilo y otros migrantes sean expulsados rápidamente a México para evitar la propagación del COVID-19.