Y la respuesta: Harriet Quimby.

Nacida el 11 de mayo de 1875, Harriet Quimby se trasladó a la costa oeste a una edad temprana, en busca de una vida mejor en California. En la agitada San Francisco comenzó a escribir y se hizo un nombre como una de las pocas mujeres en el periodismo. En 1902 se trasladó a la ciudad de Nueva York, donde empezó a hacer carrera como piloto. En mayo de 1911 se convirtió en la primera mujer en obtener su licencia de piloto en Estados Unidos.

Quimby no tardó en unirse a un grupo de exhibición y empezó a competir en diversas pruebas. Menos de un mes después de recibir su licencia de piloto ya había ganado su primera carrera a campo traviesa. Se ganó un nombre como piloto extremadamente segura, que preparaba y revisaba meticulosamente su avión antes de volar. Quimby influyó para siempre en el mundo de la seguridad de los pilotos con la publicación de un artículo dedicado a evitar el peligro en el aire. Muchas de sus normas se adaptaron para convertirse en la lista de comprobación previa al vuelo que se utiliza hoy en día.

Finalmente, el 16 de abril de 1912, la fama de Quimby alcanzó su cenit, al convertirse en la primera mujer que voló el Canal de la Mancha. El vuelo fue un gran éxito y consolidó su lugar como mujer pionera en la aviación.