Muchos estudiantes se sienten frustrados y avergonzados cuando reciben una calificación baja en un examen o en un trabajo. Aunque es natural sentirse de esta manera, no significa que debas aceptar una calificación baja como una norma para ti mismo. Hay una serie de pasos que puedes seguir para lidiar con una mala calificación y para que te sirva de motivación para mejorar.

En primer lugar, no te culpes. Piénsalo de esta manera: una mala calificación es una oportunidad para aprender y para mejorar. Nadie es perfecto y todos cometemos errores. Aceptar esto te ayudará a seguir adelante.

En segundo lugar, analiza tu calificación y trata de averiguar qué fue lo que salió mal. ¿Fue un examen muy difícil? ¿No te preparaste lo suficiente? ¿Te faltaron conocimientos en una materia en particular? Identificar el problema te ayudará a encontrar una solución.

En tercer lugar, habla con tu profesor. Si no entiendes por qué obtuviste una mala calificación, pide a tu profesor que te explique. Esta persona puede darte consejos sobre cómo mejorar en el futuro.