El costo de la rutina diaria -viajes, café, comida- es mucho más caro ahora que cuando las oficinas cerraron hace dos años.
Mientras la empresa de software de seguridad KnowBe4 sopesaba si exigir la vuelta a la oficina, los ejecutivos sabían que debían anticipar una serie de preocupaciones de los empleados. Menos flexibilidad. Más tiempo en tránsito.
Luego, en los últimos meses, llegó una nueva serie de preocupaciones sobre la vuelta a la oficina: el aumento del costo de la gasolina y la comida, especialmente cerca de la sede de la empresa en Clearwater, Florida, una de las zonas de Estados Unidos más afectadas por la inflación.
Los trabajadores se aconsejaban unos a otros en su sistema de mensajería interna dónde encontrar gasolina barata. La empresa trató de facilitar la transición ofreciendo aperitivos gratuitos.
Pero algunos empleados, en parte desanimados por el aumento en gastos como las cuidadoras de perros y de niños, dijeron a sus jefes que preferían seguir trabajando desde casa. En enero, KnowBe4 informó a sus aproximadamente 1,500 empleados de que la mayoría podría seguir trabajando a distancia indefinidamente.