Durante décadas, la mano de obra se ha dividido por los colores de sus cuellos.
Hay trabajos de “cuello blanco” o trabajos de oficina, y hay trabajos de “cuello azul”, que suelen implicar un trabajo manual como la construcción, la jardinería y los servicios de alimentación.
Pero, una combinación de factores macroeconómicos ha dado lugar a una nueva tendencia: los trabajadores que cambian de cuello.
Los trabajadores de “cuello nuevo” son trabajadores que anteriormente desempeñaban funciones por hora mal pagadas o trabajos de cuello azul, y que han pasado a trabajar en el sector tecnológico.
La tendencia fue provocada por que hay más puestos de trabajo en tecnología a medida que la tecnología se inyecta en todas las industrias y porque hay menos trabajadores: La pandemia desencadenó la Gran Renuncia, lo que llevó a muchas personas a renunciar o cambiar de trabajo, y dejó a las empresas tecnológicas desesperadas por contratar.
Este vacío creó una oportunidad para que los trabajadores de primera línea hicieran un cambio de carrera y se beneficiaran de la flexibilidad, la movilidad y la mayor remuneración que ofrece el sector tecnológico.
La tendencia está reescribiendo las cualificaciones necesarias para conseguir un trabajo en el sector tecnológico: muchos trabajadores de “cuello nuevo” no son graduados universitarios.
Si a esto le sumamos que el interés relativo de las búsquedas en Google para “aprender a codificar” fue un 292% mayor en enero de 2022 que 10 años antes-, es fácil ver cómo el “nuevo cuello” podría convertirse en la nueva normalidad.