Tener un bebé es una experiencia maravillosa, pero también hay que reconocer que un bebé consume toda nuestra energía y nuestra red nerviosa.
Es posible que sientas que por la gran responsabilidad que implica tener un bebé no puedas darte un respiro y no quieras separarte ni un minuto de él, sin embargo, debes entender que es necesario hacerlo.
Día de descanso
Es posible que darte el permiso de tomar un tiempo para ti sola te ocasiones un sentimiento de culpa. Si sientes mucha incomodidad por eso, piensa que no pocos bebés, consideran que una mamá de tiempo completo puede llegar a ser muy agobiante. Así que, piensa en el beneficio de ambos para liberarte de la culpa.
Además, cuando tu bebé nace se corta el cordón umbilical que lo mantuvo pegado a ti por 9 meses; eso es una señal de que son seres independientes.
TEMOR AL QUÉ DIRÁN
Aunque tu amor por el bebé es indiscutible y todos a tu alrededor lo saben, no deja de perseguirte el miedo al qué dirán tu esposo, suegra y cuñados, respecto a tu desempeño como madre.
NO TODO DEBE SER EN LA CALLE Y DURANTE TODO EL DÍA
Puedes tomar un descanso del cuidado de tu bebé en una habitación diferente de la que él ocupe, siempre y cuando haya alguien más cuidándolo. Así puedes dedicarte un tiempo a hacer cosas que te gusten, ver una película, pintarte las uñas, tomar un baño de espuma, etc. También hay que tener la disciplina de no salir corriendo a atender a tu bebé si lo escuchas llorar, ya que en esos momentos alguien está a cargo.
Además, desprenderte de tu bebé no tiene que ser un día completo, puedes tomar solo unas horas para desconectarte.
DESISTIR
Tal vez sientas que todavía es muy pronto para separarte de tu bebé y si ya tenías planes para ese día, podrás con toda tranquilidad cancelarlos sabiendo que los demás pueden entenderlo.