Los inversores están abandonando China a una escala sin precedentes, ya que un cóctel de riesgos políticos y empresariales, y la subida de las tasas de interés en otros lugares, hacen que la segunda economía del mundo sea un lugar menos atractivo para guardar su dinero.

Según los últimos datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), el mes pasado se produjeron salidas de cartera por valor de 17,500 millones de dólares, un récord histórico. La asociación comercial con sede en EE.UU. calificó esta fuga de capitales por parte de los inversores extranjeros de “sin precedentes”, sobre todo porque no se produjeron salidas similares en otros mercados emergentes durante este periodo. Las salidas incluyeron 11,200 millones de dólares en bonos, mientras que el resto fueron acciones.

“El apoyo de China a la invasión rusa de Ucrania fue claramente el catalizador para que el capital saliera de China”, dijo George Magnus, asociado del Centro de China de la Universidad de Oxford.