La industria del lavado de coches ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos.

Según The Wall Street Journal, los lavaderos están entrando en una nueva era definida por lo que los clientes pueden hacer mientras esperan su coche.

Los lavaderos de lujo ofrecen a los clientes una amplia gama de servicios más allá del lavado y encerado. Algunos ejemplos son:

Auto Spa Bistro en Atlanta, que ofrece comida, bebidas y un salón de narguile.

Clean Ride Auto Spa en Sioux Falls, Dakota del Sur, que tiene café recién hecho, sándwiches para el desayuno y pasteles.

Prestige Car Wash & Gas en Boston, que ofrece zonas de lavado para perros.

Y la joya de la corona: un túnel de lavado en Zúrich con una discoteca en la segunda planta.

El coste de abrir un túnel de lavado ha aumentado debido a las nuevas tecnologías y al incremento de los precios de los inmuebles, lo que ha llevado a muchos propietarios a obtener financiación de empresas de capital privado.

Los negocios respaldados por el capital privado están gravitando hacia un modelo de suscripción, lo que significa que los propietarios independientes tienen que encontrar una manera de diferenciarse.

Aunque un experto cree que el “modelo mixto” puede tener éxito, también tiene sus riesgos. Construir servicios adicionales no es barato, y es muy probable que muchos clientes no los aprovechen.