Mucha gente no lo sabe, pero a los gatos se les da muy bien caerse. De hecho, son tan buenos que casi siempre caen de pie.
¿Cómo lo hacen? Pues tiene que ver con su anatomía. Los gatos tienen una columna vertebral muy flexible y un centro de gravedad bajo. Esta combinación les facilita enderezarse al caer.
Curiosamente, esta capacidad no se limita a los gatos. Otros animales, como las ardillas y las zarigüeyas, tienen una capacidad similar. Pero los gatos son sin duda los que mejor lo hacen.
Así que la próxima vez que veas a un gato caer, no te preocupes. Seguramente no le pasará nada.