Según la Asociación de Industrias de la Energía Solar, en las últimas semanas se han cancelado o retrasado 318 proyectos solares en el país, incluido uno en Texas que habría suministrado energía a más de 10,000 hogares. Esto corresponde a un 33% de la cartera de proyectos solares del país.

Todo por culpa de una empresa, Auxin Solar, un pequeño fabricante de paneles solares de San José, que pidió al Departamento de Comercio que iniciara una investigación sobre si los productos solares chinos se estaban canalizando ilegalmente a través de otros países asiáticos de camino a Estados Unidos.

En respuesta a la petición de Auxin, el Departamento de Comercio comenzó a investigar las acusaciones de que China estaba eludiendo los aranceles. Pero, debido a la amenaza de fuertes aranceles retroactivos, esa investigación ha hecho subir los precios de las piezas solares y ha congelado de hecho todas las importaciones de paneles y componentes procedentes de países asiáticos como Camboya, Malasia, Tailandia y Vietnam. Y no recibir importaciones es un gran problema, porque el 82% de los módulos solares más populares en Estados Unidos proceden de allí.

Los líderes de las energías renovables están asombrados de que el desarrollo de la energía solar se haya congelado en un momento en que Estados Unidos necesita aumentar la producción de energía limpia para cumplir sus objetivos climáticos.