El ala progresista del Partido Demócrata estaba flaqueando hasta que se filtró el proyecto de decisión del Tribunal Supremo que anulaba el caso Roe contra Wade, y esto sacudió el mundo político.

Las primarias demócratas de Carolina del Norte habían sido un asunto discreto, a pesar de un nuevo mapa trazado por los republicanos que convertirá a este antiguo bastión de los demócratas negros en un campo de batalla clave en otoño. Entonces se filtró el proyecto de decisión del Tribunal Supremo que anularía el derecho constitucional al aborto, lo que situó un tema candente en el primer plano de la contienda. 

Ahora, los votantes del noreste de Carolina del Norte elegirán el martes un bando en una guerra por poderes entre Erica Smith, una defensora progresista del derecho al aborto, y Donald Davis, un senador estatal conservador con el respaldo del establishment que tiene un historial de votos en contra del derecho al aborto.

En todo el país -desde el sur de Texas hasta Chicago, pasando por Pittsburgh y Nueva York- la inminente pérdida del derecho al aborto ha revitalizado el Partido Demócrata, que había recibido una serie de golpes legislativos y políticos y parecía estar dividido y debilitado. También ha puesto de manifiesto la división generacional e ideológica en el Partido, entre un ala mayor casi extinguida que se opone al derecho al aborto y los progresistas más jóvenes que si lo apoyan.