Muchas personas piensan que el cuidado personal es un lujo, pero en realidad es una necesidad. Si no te cuidas a ti mismo, nadie más lo hará. El cuidado personal no es egoísta; es cuidar de ti mismo para que puedas estar disponible para los demás. El cuidado personal es una inversión, no un gasto.
Aprender a cuidar de ti mismo es un proceso continuo. No importa cuánto te cuides, siempre habrá algo más que puedas hacer. El secreto es hacer un poco cada día. No trates de hacerlo todo de una vez o te sentirás abrumado. Empieza con los hábitos básicos de higiene y nutrición. Luego, poco a poco, agrega otros hábitos de cuidado personal, como hacer ejercicio, meditar o leer.
El cuidado personal no tiene que ser costoso. De hecho, puede ser gratis. Hay muchas formas de cuidar de ti mismo que no requieren dinero. Por ejemplo, puedes caminar, correr o andar en bicicleta en lugar de pagar una cuota de gimnasio. Puedes leer un libro en lugar de comprar una revista. Puedes hacer una cena saludable en lugar de comer fuera.
Aprender a cuidar de ti mismo es una habilidad que se puede aprender. No necesitas ningún talento especial. Solo necesitas un poco de disciplina y el deseo de mejorar tu vida.