Cada vez son más los estadounidenses que alquilan habitaciones en sus propias casas para financiar los gastos de la hipoteca y recuperar dinero, según Bloomberg.

Compartir casa es una forma en que los estadounidenses se introducen en un mercado de vivienda que está experimentando un problema de oferta. Según Freddie Mac, en EE.UU. faltan unos 3.8 millones de viviendas, lo que ha repercutido mucho en los precios.

En 2021: Los precios de las viviendas subieron un 19%, y se espera que suban un 6% este año.

A medida que los costos aumentan, el número de compradores que considerarían alquilar una parte de su casa ha saltado del 24% en 2019 al 31% en 2021.

Pero difiere según la generación: Mientras que el 67% de los millennials está abierto a compartir su casa a cambio de dinero en efectivo, ese número se reduce al 57% para la generación Z y al 34% para los baby boomers.

Esto se debe en parte a la necesidad: Los millennials tienen un 20% menos de riqueza que sus padres a la misma edad. El precio medio de una vivienda en la actualidad es de unos 328,000 dólares, frente a los 216,000 dólares que gastaban los boomers en 1989.

No todo el mundo está dispuesto a compartir. Shawnee, Kansas, un suburbio de Kansas City, prohibió el mes pasado la convivencia, haciendo ilegal el alquiler a cuatro o más personas sin relación entre sí.