Y la respuesta: Ringo Starr.
Nacido con el nombre de Richard Starkey, Ringo Starr sustituyó al baterista original de los Beatles, Pete Best, en 1962.
Enigmático y carismático, Starr se abrió paso entre los Beatles con su impecable sincronización y su estilo compositivo de percusión. Sin embargo, cuando Starr sustituyó a Best como nuevo baterista de los Beatles, algunos fans se pusieron furiosos. En la primera actuación de Starr en Liverpool, los fans empezaron a corear “¡Ringo fuera, Pete dentro!” junto con otras palabras de desaliento. No sabían que Starr en la batería llevaría a los Beatles a cotas de fama sin precedentes. Los fans pronto se dieron cuenta de que el estilo de percusión de Starr multiplicaba por diez el sonido del grupo.
En lugar de ceñirse a los ritmos de batería estándar del rock que dominaron la primera parte de la historia de los lanzamientos de The Beatles, Starr creó patrones nuevos e innovadores para cada canción.
Curiosamente, las contribuciones de Starr suelen pasar desapercibidas para los fans de los Beatles hoy en día, ya que el protagonismo de Paul McCartney y George Harrison suele eclipsar las contribuciones del último baterista.
Sin embargo, la histórica batería de Starr en canciones como “Come Together”, “Day Tripper”, “Rain”, “Ticket to Ride”, “Tomorrow Never Knows” o su propia “It Don’t Come Easy” confirma que Ringo Starr es un hombre con un gran talento.