Texas ha tenido durante mucho tiempo algunas de las leyes de armas menos restrictivas de Estados Unidos, enorgulleciéndose de ser un estado con propietarios de armas responsables -más de un millón-, incluso con su reciente historia de tiroteos masivos.

El gobernador Greg Abbott firmó una amplia ley en 2021 que puso fin al requisito de que los tejanos obtuvieran una licencia para portar armas de fuego, permitiendo que prácticamente cualquier persona mayor de 21 años pudiera llevar una. La histórica ley convirtió al estado en uno de los más grandes en adoptar una ley de “porte constitucional” que básicamente elimina la mayoría de las restricciones a la capacidad de portar armas de fuego.

El Sr. Abbott describió el proyecto de ley el año pasado como “la legislación más fuerte de la Segunda Enmienda en la historia de Texas”.