Un estudio realizado por la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) y los Estudios Prospectivos de Copenhague sobre el Asma en la infancia y la Universidad de Copenhague (Dinamarca), mostró que el parto por cesárea interfiere con la capacidad del bebé para obtener gérmenes beneficiosos del microbioma (millones de microorganismos beneficiosos que viven en y sobre nuestro cuerpo) de su madre y por lo tanto pueden desarrollar asma en la primera infancia.
Los bebés que nacen por cesárea necesitan de un tiempo hasta desarrollar un microbioma normal, y, durante ese tiempo, mientras el sistema inmunológico se está desarrollando, los niños corren un mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades como el asma.
La buena noticia es que, al año de edad, el riesgo de asma disminuye en los niños nacidos por cesárea si su microbiota intestinal se recupera de su alteración inicial y comienza a madurar normalmente.