La nación latinoamericana, plagada de violencia, está demandando a los fabricantes de armas de fuego en Estados Unidos por el contrabando transfronterizo de armas.
Salvador Ramos, de 18 años, utilizó un rifle de asalto estilo militar AR-15 comprado legalmente en el ataque del martes que sacudió a una comunidad latina muy unida en la ciudad de Uvalde, cerca de la frontera con México.
El gobierno mexicano presentó una demanda sin precedentes contra los principales fabricantes de armas de Estados Unidos en un tribunal de Boston por el flujo ilegal de armas, al que culpa de alimentar la violencia relacionada con el narcotráfico.
La National Shooting Sports Foundation, la asociación comercial de la industria de las armas de fuego de Estados Unidos, ha calificado el litigio de “afrenta a la soberanía de Estados Unidos” y ha dicho que México es responsable de la delincuencia dentro de sus fronteras.
