Hay dos partes en esta pregunta: “¿por qué está enojado su hijo?” y “¿por qué su hijo es irrespetuoso?”.
La segunda pregunta es más fácil de responder que la primera.
La ira puede afectar el juicio y la percepción de quién es responsable de los eventos negativos. Cuando un niño está enojado, hay una sensación de certeza de que está equivocado.1y esa percepción les dificulta mostrar respeto.
Además, las habilidades de regulación emocional de los niños aún están en desarrollo. Así que es muy difícil para un niño enojado actuar con respeto.
Los adultos pueden encontrar el manejo de la ira de sus hijos desconcertante, agotador y estresante.
Cuando éramos niños, nos enseñaron que estar enojado era malo y, a menudo, nos castigaban o nos gritaban por expresar ira. Nunca nos enseñaron cómo manejar o expresar nuestra ira correctamente. Como resultado, a menudo nos enfadamos nosotros mismos cuando nos enfrentamos a la ira de un niño.
Además de eso, la falta de respeto que muestran los niños en momentos como este hace que sea aún más difícil para nosotros controlar nuestras propias emociones.
Ahora que sabemos de dónde viene la falta de respeto, averigüemos cómo podemos lidiar con el comportamiento infantil enojado utilizando un enfoque basado en la ciencia.