Comencemos por comentar que desde la muerte de su padre, Vicente Fernández, Alejandro se había mantenido lejos de los escándalos, nos había dado momentos emotivos, al verlo con su madre, Doña Cuquita, con sus nietas, disfrutando del rancho y hasta en su faceta de conquistador amoroso, como el fin de semana pasado en que tuvo una romántica velada frente al mar en Punta Mita con su joven y guapa novia Karla Laveaga, no obstante, horas después “el torbellino se desató”.

Comenzando por un pendiente a nivel judicial, trascendió que Alejandro ha recibido un citatorio por parte de las autoridades, pero ¿de qué se le acusa?… ¡increíble pero cierto! Un imitador es el responsable.

Esto viene desde tiempo atrás, cuando en 2019, Fernández presentó una demanda por uso indebido de su marca en contra de un hombre de nombre Emmanuel Mercado que se gana la vida imitando al famoso heredero y usando el sobrenombre de “SimiPotrillo”, resulta que tras perder la demanda, hoy es su “copia” quien busca limpiar su nombre tras lo vivido por las acusaciones.

“SimiPotrillo” hizo lo suyo, fue al INDAUTOR, presentó sus argumentos pero la defensa del cantante no dio seguimiento, por este motivo el Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco citó a Fernández, pero él no se presentó, lo que sin duda le traerá problemas. Por el momento se sabe que se pidió un tiempo para que ambos puedan platicar y llegar a un acuerdo, pero donde acuda él en persona no con su apoderado legal.

Aunque muchos pensarían que este hombre quiere una tajada de la fortuna de Alex, la realidad es que dice solo desear una disculpa pública sin buscar ninguna remuneración económica.

Y mientras esto sucede lo que se ha vuelto viral, fue el aspecto del intérprete de “Como quien pierde una Estrella” pues tras anunciar en sus redes un concierto en Guatemala, los cibernautas comentaron que lucía irreconocible, pues está notablemente hinchado, algunos argumentan sería por alcohol, otros quizás por cortisona, el resto, un mal ángulo, el punto es que no le han dado tregua pues quieren siempre verlo “impecablemente perfecto”. ¿Ustedes qué opinan?