La escasez de conductores está obligando a Domino’s y a otras cadenas de pizzas a adoptar alternativas de reparto y a realizar otros cambios estructurales en sus operaciones.
La escasez se debe a una combinación de factores, incluyendo:
Los repartidores buscan horarios más flexibles
Los conductores de reparto de comida cobran menos que los conductores de viajes compartidos
Los altos precios de la gasolina impiden que los trabajadores acepten trabajos de reparto de alimentos
La ausencia de conductores está afectando los resultados de algunos de los principales actores del sector de la pizza. En el primer trimestre, las ventas de Domino’s en tiendas descendieron un 3.5%, y las ventas de reparto un 10.7%.