El Tribunal Supremo ha pasado la mayor parte de las últimas semanas rehaciendo Estados Unidos. Pero su última decisión afectará al resto del mundo.
La mayoría conservadora del tribunal -que anteriormente eliminó el derecho constitucional de la mujer al aborto y flexibilizó las leyes sobre armas- limitó el jueves la capacidad del gobierno para regular las emisiones de carbono, en un importante golpe a la lucha contra el cambio climático.
La sentencia, tachada de desastre por los grupos ecologistas, se produce en un momento en que los incendios forestales, las inundaciones, el fortalecimiento de las tormentas y las sequías abrasadoras ponen de manifiesto los efectos catastróficos del calentamiento global.