La noticia fue acogida con satisfacción por un grupo de empleados preocupados por los crecientes índices de coronavirus.
Apple, en un golpe a sus esfuerzos por restablecer la normalidad en sus operaciones, ha suspendido su requisito de que los empleados vuelvan a la oficina este mes durante al menos tres días a la semana debido a un resurgimiento de los casos de Covid-19.
El cambio de rumbo fue una buena noticia para miles de empleados que se opusieron a la exigencia de la empresa de que empezaran a acudir a la oficina tres días a la semana a finales de mayo. A principios de este mes, el grupo, que se autodenomina “Apple Together”, publicó una carta en la que pedía al equipo ejecutivo que permitiera un horario de trabajo híbrido y flexible, diciendo que podrían colaborar a distancia utilizando herramientas online como Slack y ahorrarse horas de desplazamiento.
Uno de los principales ingenieros de inteligencia artificial de Apple, Ian Goodfellow, dimitió a principios de mayo por la política de regreso a la oficina. El Sr. Goodfellow no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Apple dijo en una nota a los empleados que procedería con un programa piloto para llevar a algunos trabajadores a la oficina dos veces por semana en las próximas semanas. Dijo que cualquiera en ese programa que se sintiera “incómodo viniendo a la oficina” tendría la “opción de trabajar a distancia”.