La jueza Ketanji Brown Jackson se incorporó al Tribunal Supremo, haciendo historia como la primera mujer afroamericana en el cargo y comenzando lo que podría ser un mandato de décadas.

Sin embargo, en el momento en que comienza su trabajo, el tribunal se encuentra en un estado de agitación.

El país se tambalea por las consecuencias del mandato más importante de las últimas décadas, en el que la mayoría puso patas arriba medio siglo de legislación sobre el aborto al revocar el caso Roe contra Wade y amplió el derecho a las armas por primera vez en más de una década.