Lo que comes tiene un profundo impacto en tu glándula tiroides , el órgano con forma de mariposa en la base de tu cuello que regula el metabolismo, el desarrollo del cerebro, la temperatura corporal, los niveles de colesterol y más.
Y la forma más fácil de obtenerlo es usando sal de mesa cuando cocinas o sazonas tus alimentos.
A diferencia de los alimentos procesados que incluyen sodio, pero no yodo, la sal de mesa tiene yodo agregado. El yodo es crucial a lo largo de la vida, pero es especialmente importante durante el embarazo y la infancia cuando el cerebro del bebé se está desarrollando. La insuficiencia de yodo puede causar daño cerebral irreversible y es una de las principales causas de retraso mental en todo el mundo.
El yodo se encuentra de forma natural en las algas, los pescados de agua salada y los mariscos. Los productos lácteos también contienen algo de yodo. Cuando una mujer está amamantando, el yodo se concentra naturalmente en la leche materna, siempre que la mujer obtenga suficiente yodo en su dieta.
Más nutrientes para la salud de la tiroides
Además del yodo, existen otros alimentos que benefician a la tiroides, entre ellos:
Proteínas magras y frijoles
Frutas y verduras ricas en antioxidantes, como arándanos, pimientos y tomates
Alimentos ricos en fibra (con moderación)
Grasas saludables para el corazón y omega-3