Ser padres es una responsabilidad inmensa, pero desafortunadamente algunas personas no lo toman así y encontramos niños que no tienen la bendición de tener padres que los amen, se preocupen por ellos y los eduquen de la mejor manera.

Por el ritmo de vida actual, cada día hay más familias disfuncionales que recurren a la separación para buscar el bienestar físico y emocional de la pareja, sin pensar que una separación también afecta a los niños y esto se nota en su comportamiento.

Por lo general, cuando se presenta una separación, la mamá se queda con los hijos, lo que implica que ella tenga que hacer un gran esfuerzo para que no les falte nada, pero, si su familia la apoya y la acompaña, la situación será mejor para todos.

Se recomienda que cada miembro de la familia dé lo mejor de sí para lograr transmitirle a los niños los valores y enseñanzas positivas que le sirvan el resto de su vida. Además, la familia debe mostrarle su amor y hacerlos sentir protegidos pues de no ser así, los niños pueden buscar esto en personas que no son buena influencia para ellos.

Lo más importante para una madre ocupada, es brindar tiempo de calidad a sus hijos ya que esto lo valorarán siempre.

Otro aspecto que no se puede olvidar para el correcto desarrollo emocional y social del niño, es el programar reuniones familiares para que puedan compartir con sus primos, tíos, abuelos y así aprenderá a valorar ese tesoro que llamamos familia.