Un retorno con un mood independiente, el cantante originario de Guasave retoma su camino con más fuerza que nunca, ensalzando un proyecto artístico en donde él es ahora el responsable de todo el manejo de su carrera, tanto en la producción y realización de sus materiales discográficos, como en la operación y logística en sus presentaciones.
Internacionalizarse, probablemente su arma más fuerte en este regreso: “Su acuerdo con Believe, con sede en París, Francia, no es poca cosa, pues ellos auspician su nuevo disco. Believe es la agregadora digital más grande del mundo, lo que garantiza la exposición mundial de un artista tan bien posicionado como es el caso de Remmy, quien de esta forma podrá expandir su éxito a todos los rincones del mundo. También conocido como Believe Digital, Believe Music y Believe Distribution Services, esta marca ayuda a conectar a los artistas con sus audiencias, distribuyendo su música y videos digitalmente a servicios de transmisión y descarga en línea, generando un catálogo valuado en mil millones de dólares y que ahora paga a dichos artistas más de 400 millones de dólares cada 12 meses, según cifras de la compañía que tiene 1270 empleados en más de 50 países y que posee varias marcas, sellos y empresas, incluidas TuneCore, Nuclear Blast, Naïve, Groove Attack y AllPoints”.
Con 14 años de carrera y 31 años de edad, Remmy Valenzuela se ha caracterizado por ofrecer lo más novedoso dentro del regional, todo esto para no encasillarse y atraer un número mayor de seguidores y conservar a los que tiene. Por esta razón, en sus planes discográficos destaca la posibilidad de alternar con otras figuras musicales, pertenecientes a otros estilos, con quienes fusionará su estilo e incursionará en el gusto de otro tipo de público, “lo cual me emociona bastante, pues quiero llegar a todo mundo con mi concepto musical”, afirmó.
Mientras tanto, “Se me hace Tequila tu boca” sigue rompiendo esquemas y es la punta de lanza de un artista cuya carrera pudo haber terminado tras el escándalo en que se vio involucrado en el que casi termina tras las rejas.