Contra el escepticismo de que las armas occidentales les permitan cambiar el rumbo de la situación contra Rusia, los ucranianos señalan el éxito de los ataques recientes con nuevos sistemas de cohetes de largo alcance.
Hace apenas unas semanas, el ejército ucraniano estaba siendo golpeado sin tregua en el este, sufriendo grandes bajas mientras cedía poco a poco ante el avance ruso. El apoyo de Occidente parecía estar debilitándose, en medio del escepticismo de que Ucrania pudiera ganar una guerra de desgaste, o de que una afluencia de armas sofisticadas pudiera cambiar las tornas.
A pesar de todo, el mensaje de los ucranianos al mundo no cambió: Podemos ganar. Nuestra estrategia está funcionando, aunque lentamente. Sólo necesitamos que sigan enviando las armas.