Hay un dicho muy popular en México que reza así: “No niega la cruz de su parroquia”, y se dice de aquel quien evidencia su forma de ser, sus cualidades y defectos, su ideología, o su origen. Y en este caso le viene como anillo al dedo a Cristian Castro, el cantante mexicano, hijo de la actriz y conductora Verónica Castro y el genial Manuel “Loco” Valdés, quien destacara por su locuaces actitudes y performances.
Ahora su hijo Cristian, quien por cierto conoció a su padre hasta que tuvo 9 años de edad porque su madre se embarazó mientras el famoso Loco Valdés aún estaba casado, parece sacar la vena que le dejó su padre por herencia, sea genética o solo por imagen, pero lo ha demostrado más que nunca tras haberse enrolado en un proyecto en Argentina, donde funge como uno de los jueces del concurso ‘Canta conmigo ahora’.
En dicho programa, se ha comprometido de tal manera, que en cada capítulo protagoniza una auténtica transformación que ha dado mucho de qué hablar en las redes sociales.
Como todos saben, sus continuas transformaciones no son una novedad, lo hemos visto con el cabello en distintos “looks”, ha alternado una imagen clásica, con traje y corbata e incluso con smoking; en su mood más heavy metal utiliza pantalones y chamarra de cuero, y ha vestido prendas de todo tipo, ¡hasta faldas!, pero para el programa argentino, Cristian se ha comprometido a tal grado que en cada sesión utiliza trajes únicos con increíbles estampados, que combinan con el calzado y el cabello, tiñéndolo de acuerdo al color preponderante en el ajuar.
Con esto confirma también que “de tal palo, tal astilla”, haciendo honor a ese característico humor que tenía su padre dentro y fuera del estudio.
El Loco Valdés era tan genuino, que se cuenta que una ocasión, tocando insistentemente el claxon en un embotellamiento en una gran avenida de la Ciudad de México, el automovilista de enfrente le hizo una seña con la mano, como diciendo “bríncale”, y efectivamente, el Loco Valdés salió de su auto y se subió al de enfrente para pasarlo por encima desde la cajuela hasta el cofre del auto, riendo a carcajadas mientras lo hacía en cuclillas. Así se las gastaba el rey del humor, quien falleció el 28 de agosto de 2020.
¿Será que su hijo Cristian seguirá sus pasos?