En los cielos del este de Israel, unos minutos antes de las 2 de la madrugada, cuatro pilotos israelíes ojearon el horizonte en busca de dos aviones no tripulados que se dirigían a Israel desde Irán. De repente, los pilotos los vieron: dos drones triangulares, cada uno de unos ocho metros de ancho, que se dirigían a toda velocidad hacia el oeste.

“Identificación positiva”, dijo uno de los pilotos a sus comandantes por radio. “Voy a disparar”. Segundos después, los dos drones iraníes se habían estrellado contra el suelo, derribados por dos cazas israelíes en dos puntos sobre territorio árabe.

El episodio secreto, ocurrido el 15 de marzo de 2021, fue uno de los primeros ejemplos exitosos de una incipiente relación militar entre Israel, ciertos socios árabes y Estados Unidos, un proyecto que el presidente Biden está tratando de cimentar en una red más formal durante su visita esta semana a Oriente Medio.