Las empresas de redes sociales tomaron medidas para restringir las cuentas de los medios de comunicación estatales rusos. Pero las publicaciones de esas cuentas siguen difundiéndose en español y otros idiomas y en lugares fuera de Occidente.

Cuando comenzó la guerra de Rusia en Ucrania, Facebook, Twitter y otros gigantes de las redes sociales se movilizaron para bloquear o limitar el alcance de las cuentas de propaganda del Kremlin en Occidente.

Tanto en América Latina como en el Oriente Medio, un flujo constante de propaganda y desinformación rusa sigue tratando de justificar la invasión, demonizando a Ucrania y ocultando la responsabilidad por las atrocidades rusas que han matado a miles de civiles.

El resultado ha sido una guerra de desinformación sobre Ucrania que ha afectado los esfuerzos para ejercer presión internacional sobre el Sr. Putin para que suspenda su guerra.