Posiblemente lo único que tienes claro cuando llegas a ser madre es que tu vida nunca volverá a ser igual que antes. La maternidad trae cambios en tu cuerpo, mente y la forma de ver la vida. Aquí te damos algunos ejemplos:
• Cuando tienes hijos aprendes a manejar situaciones que antes no sabrías como hacerlo. Ahora encuentras las respuestas y sabes qué es mejor para tu familia.
• Ya no malgastas el dinero y dejas en segundo plano las compras para ti y destinas esos recursos para todo lo que requiere la familia.
• Descubres que hay muchas formas de amar y si tienes varios hijos los amarás por igual, pero de forma diferente, por ejemplo: es diferente tu hijo mayor que el menor, si es niña o niño, etc.
• Después de la maternidad el cuerpo cambia y volver a ser como antes es casi imposible, pero ya no importa porque la satisfacción de ver a tu hijo sano y feliz, hace que todo esto pase a segundo plano.
• Aprendes a ser más tolerante con tu hijo y así puedes compartir y vivir mejores momentos a su lado.