Los esfuerzos de Donald J. Trump por politizar el sistema de aplicación de la ley se han convertido ahora en su escudo para tratar de desviar las acusaciones de irregularidades.

A lo largo de sus cuatro años en la Casa Blanca, el Sr. Trump trató de convertir el aparato policial de la nación en un instrumento de poder político para llevar a cabo sus deseos.

Ahora que el F.B.I. bajo el mando del Sr. Wray ha ejecutado una orden de registro sin precedentes en la casa del ex presidente en Florida, el Sr. Trump acusa al sistema de justicia de la nación de ser exactamente lo que él trató de convertir: un arma política para un presidente, sólo que no contra él.