El presidente de México ha comenzado a explorar planes para eludir al Congreso y entregar el control formal de la Guardia Nacional al ejército, una medida que podría ampliar el control de los militares sobre la policía en un país con altos niveles de violencia.
Esto ha suscitado preocupación porque el presidente Andrés Manuel López Obrador ganó la aprobación para crear la fuerza en 2019 prometiendo en la constitución que estaría bajo control civil nominal y que el ejército estaría fuera de las calles para 2024.