La emergencia de Covid-19 y la necesidad de hacer ejercicio al aire libre y divertirse en comunidad dieron un impulso a un deporte parecido al tenis: el pickleball. Más de un millón de estadounidenses lo han practicado en los últimos dos años.
El objetivo del juego -que puede jugarse en individual o en dobles, en el interior o en el exterior, en una cancha de 6 por 7 metros- es golpear la pelota por encima de la red y evitar que el adversario la devuelva. Como minimiza las carreras y no requiere la potencia del tenis, tanto jóvenes como mayores pueden jugarlo.
Entre 2018 y 2021, el número de miembros de la Asociación de Pickleball de Estados Unidos (USAPA) casi se duplicó y se calcula que ahora lo juegan 4.8 millones de estadounidenses.