Los ladrones de cables parecen haber identificado un nuevo objetivo: los cargadores de vehículos eléctricos.

La zona de Reno, Nevada, parece estar siendo especialmente afectada.

Recientemente han robado tres estaciones de carga locales, una de ellas en un hotel y otra en un centro comercial.

Los precios del cobre aumentaron durante la pandemia, lo que incentivó el robo de cables, aunque el problema no es nuevo ni exclusivo de la época de la pandemia. Un artículo de la CNBC de 2013 decía que el robo de cobre en esa época era “como una epidemia”.